Cuando yo era jovencito,
(porque no nací
mayor),
al día 20 de
noviembre
le decían “Día
del Dolor”.
Era porque a José Antonio,
de Falange
fundador,
mataron en
Alicante
parece que sin
razón.
Pasaron bastantes años
y un famoso
dictador,
en los mismos mes
y día
la pata (o
pierna) estiró.
Ahí esa triste efemérides
empezaba a ir a
mejor
y hoy camina
hacia un futuro
bastante
esperanzador.
Porque esa fecha, este año,
nos va a brindar
la ocasión
de enterrar a
Zapatero
y a todo su
alrededor
A los EREs fraudulentos
podremos decirle
adiós,
y al engaño,
prepotencia,
despilfarro y
corrupción.
Adiós al culto a los moros
y al odio a Cristo
Señor
y al desprecio a
ser humano
y al aplauso al maricón
Al Nepotismo y Chavismo
(que es igual,
si no es peor),
y a tanto y
tanto enchufado
podremos decirle
adiós.
Adiós a la dependencia
de un
nacionalismo atroz
que con darle tantas
alas
va a acabar con la Nación.
Adiós
a una eterna crisis
sin signo esperanzador.
Adiós a que los
parados
aumenten otro
millón.
Adiós a un muy largo etcétera.
Adiós, Zapatero,
adiós
a ver si en
doscientos años
no sales más de
León
Adiós a los alamares
y a las sedas y
a los oros,
a la sangre de
los toros
y al humo de los
altares.
(¡Ahí va! ¡Si esto es de Machado!
No me llaméis
plagiador
que ha sido
culpa del disco
duro del
ordenador).
Ya acabo. Que en esa fecha
podamos, le pido
a Dios,
acabar con tanto
pillo
y con tanto
vividor.
Y al Partido Socialista
Obrero (dice)
Español
darle al fin una
patada
en el culo (con
perdón).
Así, el 20 de noviembre,
que un día fue
día del dolor
puede pasar a la
historia
como el Día del
Alegrón.
D.M.P.
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